Mi historia
Cada paso tiene un propósito. El mío empezó hace diez años.
#ParaguayitoEnElcamino
En el año 2015, mientras estudiaba en la ciudad de Salamanca (España), participé de una clase donde cada alumno debía compartir una experiencia renovadora. Muchos hablaron del Camino de Santiago, y yo, que nunca lo había escuchado, quedé intrigado. Al investigar, sentía algo dentro mío, una curiosidad profunda, una intuición. Ese día me prometí: “Algún día, voy a hacer el Camino de Santiago.”
No sabía cuándo ni cómo, pero supe que ese viaje me esperaba.

diez años de espera
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Una década de
silencios,
intentos y
caídas.
Volví a Paraguay lleno de sueños… pero las cosas no salieron como esperaba. Nada fluía: no encontraba trabajo, los proyectos no avanzaban, los objetivos se estancaban.
A eso se sumaron pérdidas personales. En el 2020, mi mejor amigo falleció, y poco después el mundo se detuvo con la pandemia. Todo parecía conspirar para que aquel sueño quedara archivado, y mi ánimo caía con cada intento fallido.

El Renacer.
¡Volví a levantarme!
Conseguí al fin, por mis propios méritos, un buen trabajo. Pude mudarme a mi propio departamento, amoblarlo poco a poco, ordenar mi vida, recuperar la calma y la fe. Mi cuerpo, mi mente y mi espíritu empezaron a alinearse, y al fin me siento fuerte, imparable, en mi mejor momento.
Entonces me dije: “Este es el momento. Ahora sí, voy a cumplir mi promesa.”
Y así mi meta quedó fijada: en marzo de 2026,recorreré el Camino Francés del Camino de Santiago.
lo que espero encontrar
Sanar lo que duele.
Soltar lo que pesa.
Agradecer lo que queda.
Redescubrir quién soy.
Más que una caminata, este desafío es una búsqueda interior.
Busco esa mezcla de lo físico, lo mental y lo espiritual que solo un viaje así puede ofrecer. Que cada paso que dé, sea una conversación conmigo mismo.
Paraguayito en el camino..

Nació esta idea, este nombre, esta misión
“Paraguayito” porque soy paraguayo, orgulloso de mis raíces, consciente de mis luchas, de mis sueños y de mi historia.
Este proyecto no es solo sobre mí. Me gustaría que sea sobre todos los paraguayos que cargan un sueño grande y siguen caminando, a pesar de todo.
El gran desafío

Desde que tomé la decisión de hacer el camino, no hay día en que no piense en el momento de partir. Imagino ese primer paso sobre el suelo del Camino, esa mezcla de emoción, miedo y felicidad pura. Quiero sentir la plenitud de haber transformado cada obstáculo en impulso.
Lo pienso cada mañana al despertar, y cada noche antes de dormir. Este sueño me acompaña todo el día.
No camino solo
Aunque el desafío sea personal, este Camino lo hacemos juntos. Cada palabra de aliento, cada gesto, cada aporte es un paso más en esta travesía. Necesito de quienes creen en los sueños, de los que vibran con los desafíos nobles, de los que saben que todo esfuerzo tiene sentido. “Este no es solo mi camino. Es el camino de todos los que alguna vez dudaron… y aun así siguieron caminando.”
Tu paso también cuenta
Si estás leyendo esto, no estás frente a una historia cualquiera. Estás frente a una promesa que sobrevivió al tiempo. Apoyándome, te unís a un sueño hecho realidad, a un mensaje de superación, fe y esperanza.
Hoy me toca a mí caminar, pero este camino también puede inspirarte a iniciar el tuyo.
Sumate. Acompañame. Caminemos juntos.

